martes, 2 de junio de 2009

Gracias a la vida...

Gracias a la vida...

Entre el avión de Air France que desaparece en el aire (es un decir pues en realidad el aparato se ha hecho trizas), y el bus de Zeta-Bus que se quema en Pasamayo, pasando por combis asesinas que se corretean y se estrellan, y malditos que tiran a matar por un sencillo, transcurre la vida, cada vez menos vivible, menos segura, menos vida.

Delincuencia ha habido siempre. Sólo que ahora está fuera de control. Está ingobernable. Le ha ganado el gobierno a la ciudadanía.

La droga tiene mucho que ver, pero es sólo un factor. La droga contribuye con la corrupción, con la violencia, con los sicarios, con las armas, con los ajustes de cuenta, con la adicción de delincuentes que les obliga a asaltar a quien sea con tal de lograr un par de soles para comprarse su "ketecillo" y salvar el día, etc.

Otro factor, en el mismo terreno de la droga, es el alcohol. Aparentando pasar como una bebida socializante, ponen en lugares privilegiados a todos los "chacotas" y con ello a todos a los que, sujetarse a una norma, por pequeña que sea, es para cojudos.

Del alcohol a manejar ebrio hay solo un sorbo de más. Y ese sorbo mata a terceros inocentes antes de matarse el borracho mismo.

Si de infancia hablamos, nos encontramos con abundantes niños todos abandonados a su suerte que crecen asimilando toda la violencia que luego cuando pandilleros sacarán a relucir. Portar machetes, "verdugazos", armas cortas y luego largas, es lo que hay que hacer. Barras bravas es su destino. Matan por una banderola y pisotean el pabellón nacional. Guerra de cojudos de un equipo contra los cojudos de otro equipo llamándose mutuamente "gallinas", "cagones", y otras linduras.

La supraestructura, los medios de información, azuzan esta delincuencia. Ponen como líderes de opinión a cualquier trasgresor y les dan programa propio. La periodista más poderosa del país, una delincuente irregenerable. Noticieros latinos que se renuevan contratan a un estúpido para que haga estupideces, y se la celebran, pidiéndole que "queme cerebro" a ver qué otras estupideces puede concebir.

Si sales de tu casa, te asaltan en la calle. Si no sales, te atracan en tu casa. Si vas al banco, te marcan a morir. Si no vas al banco y usas internet, te estafan por internet. Si evitas caminar por zonas peligrosas y tomas un taxi, te asalta el falso taxista. Si vendes algo, te pagan con soles falsos. Si compras algo, te resulta que el producto es bambeado. Si te dedicas a la prostitución callejera, te meten un tiro. Si te metes a cura, te ampayan en la playa en plenos arrumacos con las "pecadoras".

Es decir, así está la vida, y termino diciendo, como decía alguien por ahí, "Gracias a la vida, que me ha dado tanto..." y se pegó un tiro.

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